sábado, 21 de noviembre de 2009

Los tapones de corcho

Existen diferentes tipos de corcho que se adaptan a los distintos tipos de vino, si hasta ahora creías que los tapones de corcho eran todos más o menos iguales, puedes desterrar esta convicción, la realidad es que hay distintos tipos de corcho para el vino.

Puedes encontrarte un corcho corto, estos se utilizan en vinos de una vida menos larga, son vinos de batalla que se consumen rápidamente por su bajo coste, por su calidad, etc. Un corcho largo, por el contrario, sirve para proteger los vinos que se encuentran destinados a envejecer durante muchos años y, si se trata de un gran reserva, cada 25 años dispondrá de un nuevo tapón que garantice sus grandes virtudes. Cuando se trata de un corcho conglomerado, generalmente es para vinos normales y para una parte significativa de los cavas y champagnes. Estos corchos están fabricados con fragmentos de alcornoques amalgamados y son claramente distinguibles por el consumidor.

Los corchos marcados son característicos de los espumosos de España, en la base podemos encontrar unos signos cuyo significado es el sistema de elaboración. Los signos serían los siguientes, para una elaboración con método tradicional se emplea una estrella, un rectángulo para el método transfer (un proceso similar al tradicional hasta el momento en el que se procede al degüello, cuando el vino se trasvasa entonces a unas cubas presurizadas, se filtra con el objetivo de eliminar los posos y finalmente se embotella nuevamente).

Para el Charmat una circunferencia, en este método la segunda fermentación se desarrolla en una gran cuba, posteriormente el vino se enfría, filtra y se trasvasa a presión a una segunda cuba. Finalmente para un vino gasificado se emplea un triángulo, en este método se inyecta al vino gas carbónico antes de embotellarlo. Los corchos del cava están compuesto por una parte larga de corcho conglomerado y sobre él se encuentran encoladas dos partes de corcho no conglomerado, de esta manera sólo la parte interior del corcho entra en contacto con el líquido.

Hay más que decir de este tipo de corcho. El mundo del tapón de corcho es mucho más amplio de lo que pudiéramos imaginar y forma parte de una perfecta elaboración del vino, es interesante conocer a fondo todos los componentes que permiten que disfrutemos de un gran placer, beber un buen vino.
Fuente: portalsalamanca

Que es pie de cuba?

El pie de cuba, es la cantidad de mosto en fermentación que se utiliza para comenzar otra fermentación en otra barrica.
El pie de cuba es una preparación que se hace antes de las primeras vendimias, se trata de recolectar unos días antes unas uvas más maduras, y a temperatura adecuada, dejar que empiecen la fermentación, cuando entremos la vendimia, en el fondo de los primeros depósitos repartimos estos fermentos, para sembrar los otros depósitos suelen utilizarse mostos de estos primeros, la capacidad de desarrollarse con rapidez las levaduras es asombrosa.
La siembra de levaduras se realiza mediante la técnica de "pie de cuba", y se prepara de forma distinta según se utilicen cultivos propios o levaduras secas, de forma que el número y estado en el "tirage" sea 1-2 millones de células por mililitro en el vino (de 2 a 3 litros de pie de cuba por hectolitro).

El vino: Oro rojo y oro blanco

Cada sociedad bautiza sus recursos naturales como oro de este u otro tipo. El más clásico es el petróleo u oro negro, recurso agotable por ser de naturaleza fósil, aunque sus reservas sean grandes. Nosotros tenemos oro rojo y blanco de la mejor calidad, solo basta una visita por nuestras bodegas para darse cuenta de ello.

Estudios recientes indican que pequeñas cantidades de alcohol reducen los riesgos de infarto y ello ha llevado a concluir que se debe a la reducción de la tensión arterial provocada por el alcohol. El estudio se ha realizado con personas que ingerían fundamentalmente licores destilados.

Se conoce como paradoja francesa al hecho de que en Francia, a pesar de consumir una alta proporción de grasas saturadas al igual que los países anglosajones, la incidencia de infartos de miocardio es notablemente menor que en ellos. Esta paradoja bien podría extenderse al arco mediterráneo. Se ha tratado de explicar este hecho en base al consumo de la dieta mediterránea, pero a pesar de su gran utilidad preventiva de diversas patologías esta dieta por si misma no lo explica de forma suficiente.

La paradoja se ha tratado de explicar también en base al consumo de alcohol, preferentemente vino. En palabras del gran cardiólogo Valentín Fuster, los estudios recientes han confirmado que el vino protege efectivamente el corazón y las arterias, siempre que se trate de cantidades moderadas de alcohol. Estos efectos beneficiosos del vino sobre la salud empiezan a ser entendidos científicamente en base a mecanismos fisiológicos y bioquímicos bien conocidos que son influidos positivamente por el alcohol. Uno de los beneficios del consumo moderado de vino sería el efecto hipotensor que tendría como consecuencia la disminución de la congestión cardiovascular en personas hipertensas.

Este es precisamente el efecto que se acaba de presentar en la prensa especializada. Otra de las acciones beneficiosas del consumo moderado de vino estaría en la capacidad anticoagulante del alcohol etílico, acción que se equipara a la de la aspirina. Esta acción se ejerce en varios frentes que convergen en la reducción de la agregación plaquetaria. No menos importante en la reducción del riesgo de infarto de miocardio es la capacidad antiinflamatoria del vino a través de la reducción de la actividad de las células sanguíneas del sistema inmunitario denominadas monocitos.

Respecto al transporte y metabolismo de las grasas, el vino es capaz de reducir la oxidación de las lipoproteínas de alta densidad (HDL: high density lipoproteins; el colesterol bueno), y por tanto aumenta la concentración del colesterol bueno en la sangre. Este carácter antioxidante del vino se cree que podría deberse a la presencia de diversas substancias que tienen dicho efecto, tales como los polifenoles, entre las más importantes. A pesar de todas estas acciones beneficiosas del vino que se extienden también al riesgo de sufrir accidentes vasculares cerebrales, no hay que olvidar que el alcohol es esencialmente un compuesto químico que en dosis elevadas es tóxico y muy perjudicial para la salud.

Además altera el comportamiento y es adictivo, provocando el alcoholismo del que tanto hemos oído hablar y que cada vez más afecta a nuestros jóvenes. En palabras de Paracelso, el gran precursor de la química moderna, «la dosis hace el veneno», que no es más ni menos que la máxima de que «en la moderación está la virtud».

Incluso el consumo de vino es materia que hay que aprender bien. Tenemos que cuidar este oro renovable o acabará desapareciendo. Oros rojo y blanco, «delicatesen» renovables, a menos que una filoxera fatal, una pertinaz sequía o un(a) político(a) voluntarioso(a) acabe con ellos.
Fuente:
Tomás Girbes para ABC es.

Viñedos sobre el Río de la Plata, el vino de la costa

Refiere a un vino típico y tradicional, de producción limitadísima, cuyos viñedos se encuentran o a las puertas de esta urbe porteña, sino a muy pocos kilómetros, a orillas del río de la Plata en el distrito de Berisso, aledañas a la capital provincial (La Plata) más conocida por la ciudad de las diagonales. Y refiriéndonos ya al vino de la costa, digamos de una vez, que se elabora con uva americana de la variedad Isabella; es un vino regional, su aroma es frutado y su sabor característico (dulzón).

Será como el vino de misa? Si bien conocemos el de la costa, no podemos opinar sobre el de las misas. Tiene baja graduación alcohólica (entre 9 y 10 grados). El procesamiento es totalmente artesanal y se realiza con mano de obra calificada, en las quintas de los mismos viñateros y por su modus de producción no lleva entre los ingredientes sustancias conservantes o aditivas. Es la bebida ideal, para acompañar asados, empanadas y fiambres caseros.

Para quienes quieran probarlo y catarlo, el problema es que, simplemente su producción es limitada por lo que se vende prácticamente en la zona sud del Gran Buenos Aires y La Plata y Gran La Plata. Es inútil que uno lo pida en los supermercados, autoservicios o almacenes de barrio de esta Capital, no existe. Tampoco lo expenden en vinotecas, wine bars, wineries, ni en pubs importantes. Por todo eso y por así decirlo, nadie se sorprende demasiado, al ver y notar que entre variedades conocidas como Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, Pinot Noir, Barbera d/Asti, Syrah, Sangiovese, Tempranillo, Chardonay y Chenin, entre otros, el costeño de Berisso brilla por su ausencia.

Fuente: Fapes