miércoles, 24 de septiembre de 2008

Democratización geográfica de los viñedos

Si el Merlot marroquí parecía hasta hace poco una excentricidad, basta hojear rápidamente un mapa para confirmar que los productores de vino atípicos han comenzado a multiplicarse.

El tradicional Atlas Mundial del Vino, que solía incluir a aquellos países ubicados en las bandas entre las latitudes 30 y 50,ha quedado obsoleto de una vez y para siempre.

Hoy de la mano de la tecnología, y también del archiconocido "efecto invernadero", la plantación de viñedos en lugares hasta hace poco insospechados está a la orden del día.

No sólo desafiaron a la naturaleza jugadores provenientes de regiones frías como Inglaterra, Dinamarca, Polonia y la Patagonia argentina. Ahora la noticia la dieron las regiones más cálidas, cercanas al Ecuador.

Insólitos países como India, Tailandia, Indonesia, Brasil y Kenia ya sueñan con subirse a la ola de flamantes productores de vino y aspiran a dar batalla a competidores consagrados del Viejo y Nuevo Mundo.

Avances en la refrigeración, nuevas técnicas de irrigación y mejoras en el control de crecimiento de las cepas, son algunas de los avances que permiten elaborar vinos de bandera accesibles que casen con la gastronomía local.

Muchos de estos emprendimientos son aún experimentales. Y son las que dieron origen a una flamante categoría bautizada como "vinos de nuevas latitudes", rótulo acuñadopor el periodista vitivinícola Frank Norel, precisamente en Tailandia donde las viñas flotantes ya están dando que hablar.

El apoyo de algunos bodegueros europeos que aportan su milenario know-how hace pensar que la movida puede andar por buen camino. Y mientras algunos asesores internacionales hasta aspiran a producir los próximos Château Margaux del nuevo milenio en estos recónditos lugares, el objetivo generalizado es para ser bebidos en un par de años.

Pero entre las botellas ya lanzadas al mercado los resultados han sido más bien desparejos. Muy buena recepción tuvieron vinos como el atípico Pok Dum tailandés de Siam Winery o los exóticos Cabernet hindúes de Grover Vineyards, mientras que otras etiquetas simplemente probaron que exotismo y calidad no siempre van de la mano.

La última palabra la tendrásin duda el paso del tiempo.

fuente De Cultores Nº 13 luigi bosca

Calamares a la cazuela

Ingredientes:
1 kilo y medio de calamares.
1 cebolla grande.
1/2 taza de vino blanco.
300 cc. de aceite de oliva.
1 hoja de laurel.
1/2 taza de agua.

Procedimiento:
En una cazuela mediana pon los calamares.
Añade el agua, el vino y el aceite de oliva hasta que queden cubiertos los calamares en la cazuela.
Añade la cebolla cortada en pedacitos pequeños y la hoja de laurel.
Pon a fuego alto hasta que comience el primer hervor y luego a fuego lento hasta que se consuma el líquido y solamente se vea una salsa del aceite mezclado con la tinta del calamar.
Cocinar por unos 40 minutos y sirvir caliente.
Acompañar con el mismo vino

Rendimiento Físico

Los adultos mayores que beben cantidades moderadas de alcohol rendirían físicamente mejor que los que evitan la bebida por completo o abusan de ella, según un estudio que publica “Journal of the American Geriatrics Society”.

Los bebedores moderados tienden a ser más sanos en general que los no bebedores o los bebedores con problemas, señala el equipo dirigido por la Dra. Peggy M.Cawthon, del California Pacific Medical Center en San Francisco (Estados Unidos). Existe también evidencia de que beber con moderación reduciría la inflamación.

El equipo comparó las limitaciones funcionales, el rendimiento físico y los antecedentes de consumo de alcohol de 5.962 hombres mayores de 65 años, a los que clasificó en cinco categorías. Los que tomaban cinco o más copas la mayoría de los días fueron considerados con antecedentes de consumo excesivo sostenido, mientras que los que respondían positivamente a un cuestionario utilizado para diagnosticar el alcoholismo fueron clasificados como bebedores con problemas.

Los bebedores moderados fueron aquellos que consumían entre siete y 20 copas semanales, mientras que los bebedores intensivos fueron los que bebían 21 o más copas por semana. Los abstinentes formaron el último grupo.

Según los investigadores, los bebedores moderados rindieron entre un 3 y un 5% mejor en las pruebas de funcionamiento físico que los no bebedores, mientras que las calificaciones para los bebedores intensivos fueron casi las mismas que para los abstinentes. Estos últimos fueron los más propensos a informar limitaciones físicas para realizar las actividades diarias, como caminar, subir escaleras y realizar las tareas pesadas del hogar. Los consumidores de grandes cantidades de alcohol fueron algo más propensos que los abstinentes a sufrir esas limitaciones.

Los bebedores leves a moderados, es decir, los hombres que bebían entre 7 y 14 copas semanales, fueron los menos propensos a tener limitaciones funcionales y tuvieron un 38% menos de riesgo de sufrir esos problemas que los no bebedores.

Los investigadores consideran necesario realizar más estudios para determinar cómo el consumo de alcohol en el tiempo afecta la forma en que la funcionalidad cambia con la edad.

Journal of the American Geriatrics Society 2007;55:212-220
http://www.intramed.net/actualidad/not_1.asp?idNoticia=46394
FUENTE: Intramed.net

lunes, 8 de septiembre de 2008

Fases principales de la degustación

Los rituales involucrados en la degustación nos van a permitir apreciar los aspectos visuales, olfativos y gustativos de un vino:
• La apreciación visual constituye el primer contacto con el vino, tiene en cuenta el color del producto y su limpidez. Esta fase no tiene valor absoluto, aunque generalmente, la fase visual dará poco margen a sorpresas futuras.

• El examen olfativo permite apreciar las cualidades y defectos del vino. Esta fase está muy relacionada con la siguiente, que es la gustativa, ya que ambas se conjugan y complementan. Gran parte de los aromas encontrarán su traducción en la boca.

• Finalmente el análisis gustativo trata de la percepción de los diferentes sabores e impresiones táctiles en boca. El equilibrio gustativo tiene aquí una gran importancia. La estructura del vino es estudiada. El aroma registrado por vía retronasal completa el conjunto de sensaciones gustativas. El análisis termina con el registro de la persistencia aromática y gustativa del vino, medida en segundos o, para los puristas, en caudalías. A menudo es proporcional a la calidad del vino.


Una vez efectuadas las tres fases, se podrá emitir un juicio en cuanto a la calidad del vino degustado. También complementarán la apreciación el post gusto y el análisis del “fondo de la copa” que podrían revelar a veces defectos desapercibidos hasta el momento o confirmar lo descripto en el análisis anterior.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Sólo 6% de alcohol, y tiene gusto a vino de verdad

Se parece al vino; huele y -esto es lo más importante- sabe como el vino, pero tiene la mitad de alcohol y de calorías y puede ser justo lo que se necesita para revivir las desfallecidas fortunas de la industria más emblemática de Francia.

Una pequeña empresa de las cercanías de Burdeos ha dedicado cuatro años y medio millón de euros a perfeccionar un proceso revolucionario que convierte cualquier tipo de vino en una bebida con sólo un 6% de alcohol, en lugar del habitual 13%, sin que se pierdan, según afirma, el aroma, el sabor ni la individualidad del original.

El celosamente guardado y complejo proceso de diez etapas, denominado 'lirisación', funciona por separación molecular y no incluye la utilización de producto químico alguno. En las catas profesionales, realizadas en varias ferias vinícolas, ha obtenido un índice de aprobación de hasta el 97%; y las primeras reacciones de los 20 audaces productores franceses que lo probaron son alentadoras.

"Nos está yendo muy bien", afirma Paul Bunan, de la bodega La Cadière d'Azur, en el sur de Francia. "La mayoría de las personas no notan la diferencia. De hecho, consiguió engañar a un gran profesional del vino, un famoso catador, que se quedó estupefacto al saber lo que era".

Bunan había transformado 2.500 botellas de su AOC Bandol rosado en 'lir', el nombre genérico de la nueva bebida (la legislación francesa prohíbe que las bebidas fermentadas y realizadas a partir
de la uva con menos del 8 % de alcohol se llamen 'vino').

En su opinión, el futuro del invento, en una Francia cada vez más preocupada por la salud, es muy
halagüeño. "Cualquiera puede tomar tranquilamente dos o tres copas generosas sin tener ningún tipo de problemas", dice. "Resulta atractivo para las mujeres, para las personas preocupadas por el peso y, por supuesto, para todo aquél que tenga que conducir. Todavía estamos empezando, pero ciertamente creo que será importante para el ramo".

Botellas Magnum

La denominacion internacional MAGNUM es la botella de 1,5 lts

Sin embargo en la Argentina se presentan como MAGNUM botellas de 1,25 lts.

Esto es porque la denominación de MAGNUM es comúnmente utilizada en la CEE y en la Argentina se denominan así a las botellas superiores al litro.

Y no por capricho, sino que dependiendo de la cristalería donde cada bodega adquiera las botellas, ya que son las mismas cristalerías las que les dan los nombres a cada una de las botellas, tal como lo hacen las fábricas de autos con sus productos.

¿Cuáles son las Plagas que atacan a la Vid? Parte 2

Aunque no de forma exhaustiva, debemos citar algunas de las principales plagas que afectan al trabajo del viticultor:

Las mariposas de la uva. Producen larvas, que se alimentan de los racimos, y facilitan, además, que en los mismos aparezcan otras plagas.

La altica. Es un escarabajo que se alimenta de las hojas hasta casi hacerlas desaparecer.

La piral. Es otra mariposa que se alimenta de las hojas y los frutos de la vid.

Las cochinillas, de diversos tipos. Atacan a la vid, alimentándose con su savia, hasta causar su muerte.

La plaga más famosa, la filoxera, ocurrió a finales del siglo XIX. Está motivada por un insecto chupador, que vive inmóvil sobre las raíces de la planta, chupando la savia con su largo apéndice bucal.

Aparte de éstas, existen otras muchas plagas, como Cochinillas; Pulgones; Trips; Araña roja (Tetranychus urticae) ; Nematodos (Meloidogyne, Heterodera, Ditylenchus...) ; Pájaros; Avispas; Polilla del racimo (Lobesia botrana); Erinosis de la vid (Colomerus viti, Eriophyes vitis) ; Filoxera (Phylloxera vastatrix); Coquillo o Altica (Haltica ampelphaga) ; Cigarrero de la vid (Byctiscus betulae); Piral de la vid (Sparganothis pilleriana); Melazo.

Afortunadamente, hoy empiezan a existir tratamientos adecuados para muchas de ellas.

Precauciones ante la podredumbre ácida de los racimos de la vid:
La “podredumbre ácida de los racimos” es otra de las enfermedades que causan pérdidas de producción en los viñedos de las provincias de Mendoza y San Juan.

En las zonas vitícolas de Francia fue detectada hace más de un siglo mientras que en nuestra región su presencia se constató hace aproximadamente 6 o 7 años.

En los dos últimos ciclos vegetativos la incidencia de la enfermedad se incrementó, causando pérdidas de consideración en uvas de vinificar y en uvas de mesa.

Síntomas: Los síntomas comienzan a manifestarse en el racimo después del envero, con una fuerte oxidación de la cutícula u hollejo de las bayas, ablandamiento y maceración de la pulpa por acción de las levaduras, fuerte olor a vinagre (ácido acético) por acción de las bacterias, pérdida de mosto, vaciamiento de la baya y presencia de mosquitas del vinagre (Drosophila melanogaster), las que cumplen la función de diseminar los agentes patógenos de la enfermedad.

Factores que favorecen la podredumbre ácida: Son varios los factores que favorecen el desarrollo de la enfermedad. Uno de ellos, la presencia de microheridas en el hollejo de las bayas, constituye un desencadenante de la enfermedad. Éstas pueden ser de origen fisiológico o mecánico. Entre los del primer tipo se citan el stress hídrico y entre los del segundo, las mircroheridas producidas por el granizo o la presencia de enfermedades fúngicas como el oidio.

Daños y pérdidas: Los daños pueden ser cuantitativos y cualitativos. Los primeros son las pérdidas de producción durante el cultivo, por la destrucción de racimos. En uvas de mesa se suman las pérdidas de postcosecha durante la conservación frigorífica.

Las pérdidas cualitativas están relacionadas con los cambios químicos que se producen en la pulpa de las bayas. Por acción de las levaduras, a partir de los azúcares hay producción de alcohol y éste se oxida a ácido acético por acción de las bacterias, obteniéndose mostos y vinos de elevada acidez volátil.

Fuente: Ing. Agr. Enrique Oriolani, Investigador en Fitopatología E.E.A. Mendoza - INTA p/losandes.com.ar