sábado, 14 de febrero de 2009

Los tapones de corcho

Existen diferentes tipos de corcho que se adaptan a los distintos tipos de vino, si hasta ahora creías que los tapones de corcho eran todos más o menos iguales, puedes desterrar esta convicción, la realidad es que hay distintos tipos de corcho para el vino.

Puedes encontrarte un corcho corto, estos se utilizan en vinos de una vida menos larga, son vinos de batalla que se consumen rápidamente por su bajo coste, por su calidad, etc.

Un corcho largo, por el contrario, sirve para proteger los vinos que se encuentran destinados a envejecer durante muchos años y, si se trata de un gran reserva, cada 25 años dispondrá de un nuevo tapón que garantice sus grandes virtudes.

Cuando se trata de un corcho conglomerado, generalmente es para vinos normales y para una parte significativa de los cavas y champagnes. Estos corchos están fabricados con fragmentos de alcornoques amalgamados y son claramente distinguibles por el consumidor.

Los corchos marcados son característicos de los espumosos de España, en la base podemos encontrar unos signos cuyo significado es el sistema de elaboración. Los signos serían los siguientes, para una elaboración con método tradicional se emplea una estrella, un rectángulo para el método transfer (un proceso similar al tradicional hasta el momento en el que se procede al degüello, cuando el vino se trasvasa entonces a unas cubas presurizadas, se filtra con el objetivo de eliminar los posos y finalmente se embotella nuevamente).

Para el Charmat una circunferencia, en este método la segunda fermentación se desarrolla en una gran cuba, posteriormente el vino se enfría, filtra y se trasvasa a presión a una segunda cuba.

Finalmente para un vino gasificado se emplea un triángulo, en este método se inyecta al vino gas carbónico antes de embotellarlo. Los corchos del cava están compuesto por una parte larga de corcho conglomerado y sobre él se encuentran encoladas dos partes de corcho no conglomerado, de esta manera sólo la parte interior del corcho entra en contacto con el líquido.

El mundo del tapón de corcho es mucho más amplio de lo que pudiéramos imaginar y forma parte de una perfecta elaboración del vino, es interesante conocer a fondo todos los componentes que permiten que disfrutemos de un gran placer, beber un buen vino.
Fuente: portalsalamanca

Identifican moléculas del vino que mejoran los vasos sanguíneos y bajan la mortalidad

Investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres y la Universidad de Glasgow, del Reino Unido, han identificado las moléculas que forman parte del vino y que juegan un papel predominante en la mejoría de los vasos sanguíneos y la disminución de la mortalidad.

Los científicos ya sabían que los polifenoles del vino tinto ayudan a eliminar los daños cardiovasculares, pero esta investigación muestra que los taninos condensados llamados procianidines poliméricos son particularmente importantes.

Los científicos compararon los efectos de los vinos tintos de diferentes partes del mundo sobre células de vasos sanguíneos cultivadas y analizaron el contenido de estos polifenoles en cada vino.

Descubrieron que aquellos más ricos en procianidines poliméricos eran los que tenían un mayor efecto protector. Los investigadores utilizaron los datos del censo francés de 1999 para estudiar áreas asociadas con una alta longevidad y en particular aquellas con una marcada variabilidad en las estadísticas de enfermedad cardiaca, y descubrieron que éstas también eran el origen de vinos que contenían las más altas concentraciones de procianidines.

Los científicos apuntan que la forma tradicional de elaborar el vino, como se sigue practicando en el sudoeste de Francia y Cerdeña, consigue retener una mayor cantidad de estos polifenoles beneficiosos del vino tinto y que la uva de la variedad Tannat es particularmente rica en este componente.

Aunque la investigación demuestra el efecto "in vitro", los científicos señalan la necesidad de investigaciones posteriores para comprender cómo se podrían conseguir tales beneficios en los organismos vivos.

Fuente: IBLNEWS. New York

Nariz Artificial para el corcho

Sin duda uno de los olores más temidos en el mundo enológico es el olor a corcho, sin embargo es muy posible que esta amenaza tenga los días contados.

Científicos del Departamento de Química y Ciencia de la Universidad de Huelva han dado con la solución.

Se ha creado la nariz artificial para el corcho, se trata de un aparato especialmente diseñado para detectar de manera muy precisa los compuestos causantes del desagradable aroma de corcho, llegando a detectar hasta 4 nanogramos por cada litro, a diferencia del olfato humano, capaz de detectar unos 10 nanogramos por litro.

Con una precisión similar a la del olfato humano, la nariz electrónica del corcho podrá realizar la función de reconocimiento sustituyendo así a las personas que se encargan de tal función. Cada día estamos más cerca de llegar a la perfección absoluta en cuanto a la elaboración del vino se refiere.
Fuente: Velsid

Rosbif encrostado a la pimienta

Ingredientes:
1 kilo de lomo de ternera.
1 ramita de romero.
5 cucharadas de cinco pimientas en grano.
2 dientes de ajo.
2 hojas de laurel.
1 litro de vino tinto "Don Enrique Fallardi"..
1 cucharada de manteca.
Aceite y sal.

Procedimiento:
En un recipiente hondo, verter el vino y añadir el laurel, el romero y los dientes de ajo previamente picados.
Añadir a este recipiente la carne y dejar marinar durante 3 horas dándole de vez en cuando la vuelta.
Escurrir la carne. Disponer la pimienta en un mortero y machacar los granos, seguidamente colocarlos en una sartén y calentarlos para que larguen el aceite.
Salar ligeramente la carne y atarla.
Cubrir la pieza de carne con la mezcla machacada de pimienta presionando con los dedos para que quede adherida a ella.
Colocarla en una bandeja de horno previamente untada con la manteca y 3 cucharadas de aceite. Cubrir la carne con una hoja de papel de aluminio y cocer unos 40 minutos a 200º C.
Retirar la carne del horno y pasados unos minutos, cortarla en rodajas para su servicio.

martes, 3 de febrero de 2009

El color de los vinos blancos

Se sostiene que la leve tonalidad amarillo verdosa es propia de un vino blanco joven seco, de elaboración tradicional.

La evolución del color del vino blanco sería la siguiente: blanco papel, amarillo pálido, amarillo verdoso, amarillo limón, amarillo paja, amarillo dorado; los de tonalidades “oro” que va desde el oro pálido, hoja muerta, maderizado, ámbar, hasta el caramelo.

En verdad, la uva de cada cepaje blanco, proporciona un vino que, aunque blanco, tiene una tonalidad particular. Pero además, según el sistema de vinificación y de crianza, dicha tonalidad asume una característica especial.

El color de los vinos tintos

Los compuestos químicos llamados antoncianos, taninos y polifenoles, son los responsables del color de los vinos tintos.

La vivacidad del color se relaciona con la riqueza ácida. La intensidad, en cambio, se debe a diversos factores, como la variedad de la vid, el grado de madurez de la uva, ciertos suelos y sobre todo las condiciones del clima.

Las variaciones de color dependen tanto de la vendimia, como del año y la evolución provocada por el tiempo. Estas variaciones del color pueden resumirse del siguiente modo: rojo, rojizo, rojo violeta o violáceo, rojo cereza, rojo fuego, rojo amarillento; carmín, rubí, granada, púrpura, bermejo, hasta el marrón.

El color de los vinos tintos nuevos suele caracterizarse por un rojo violáceo más o menos intenso, virando luego al púrpura, al rubí, y cuando viejos, a un rojo amarronado. Los tonos marrones o terracota suelen observarse en los vinos tintos viejos.

El color de los vinos rosados

En su mayoría surgen de la vinificación compartida de uvas blancas y tintas o, de la elaboración de uvas tintas vinificadas en blanco.

De allí provienen las variaciones en el color, intensidad y tonalidad de los vinos rosados. Se encuentran así, vinos rosados de color: rosa, clarete, rosa violeta, rosa franco, rosa cereza, rosa carmín, piel de cebolla, salmón.

El color rosado, como los tintos, varía también en función del tiempo, los rosados violeta, cereza o carmín, con el tiempo, pierden en intensidad, para acercarse más al rosa viejo o piel de cebolla.

¿A qué se denomina Aromas Fermentativos?

Sabemos que las levaduras, son microorganismos pertenecientes al mundo de los hongos y que se encuentran naturalmente dentro del ecosistema de las vides.

Estos organismos microscópicos están presentes en la piel de la uva, adheridas a través de la pruina (capa cerosa que recubre la epidermis de los frutos) del hollejo.

El ecosistema geográfico de la zona vitivinícola, además de los factores geo-edáfico-climáticos actúan seleccionando las cepas dominantes de levaduras presentes en el hollejo de la baya de vid.

Fue Pasteur, a mediados del siglo XIX, luego de cuatro años de intensa labor, quien descubrió la fermentación alcohólica y láctica. Pasteur llegó por primera vez a la obtención de cultivos de levaduras diferentes, estableciendo el origen y ciclo de algunas de ellas en la naturaleza, y precisando su existencia sobre la superficie de las uvas verdes y maduras, adheridas a la pruina.

Así es que, en el mosto que deriva de diferentes uvas, habrá determinadas poblaciones de levaduras que comenzarán a desarrollar el proceso de fermentación alcohólica (transformando los azúcares en alcoholes).

Pero, además de ello, según las últimas investigaciones de Isabel Masneuf (Facultad de Enología. Universidad de Burdeos) julio/ agosto 2003, queda demostrado que, ese mundo de las levaduras influirá inevitablemente en las características aromáticas de los vinos.

Desde hace una treintena de años se sabe que la levadura, en el curso de la fermentación alcohólica produce compuestos odorantes (alcoholes superiores, acetatos de alcoholes superiores, ácidos grasos (Suomalainen, 1971), reunidos bajo el término de aromas fermentativos.

Estos compuestos, y en particular el acetato de isoamilo con su famoso olor a banana o caramelo inglés, juegan un papel clave en el aroma del vino joven tipo (primicia) o provenientes de viñedos neutros.

Taninos

¿Por qué los taninos de los vinos tintos producen una sensación áspera en la boca?

Con el término “tanino” se reconoce un gran número de compuestos de estructura variada, pero que poseen todos, la propiedad de reaccionar con las proteínas para dar combinaciones estables.

En la práctica cotidiana, a la hora de comer o beber, se pueden detectar taninos, en el té, sobre todo si se ha dejado reposar mucho tiempo, con lo que una gran cantidad de estos taninos han pasado de las hojas a la infusión. Luego de beberlo sentimos la boca “seca”.

Otro alimento que posee una gran concentración tánica, son las nueces, sobre todo en la fina piel que las envuelve.

Pero…¿qué sensación producen los taninos en la boca?

La sensación que producen los taninos en la boca es de sequedad y aspereza. Las paredes interiores de la lengua y las encías parecen encogerse y reaccionar de forma bastante desagradable y esto: …¿a qué se debe?.

La razón fundamental es porque los taninos tienen la particularidad de hacer precipitar las proteínas de la saliva, e inhibir su secreción; es decir, que por algunos instantes, nuestra boca se verá impedida de lubricación salival y esto se manifiesta como sensación de sequedad, que desde el punto de vista gustativo llamamos astringencia.

En la uva encontramos diferentes tipos de taninos y muchos de ellos pasan al vino.

Las cualidades gustativas de estos compuestos también varían según la naturaleza y grado de polimerización: en vendimias insuficientemente maduras las pepitas y raspones aportan taninos groseros, agresivos y herbáceos que son poco apreciados (muy astringentes). Al contrario, los taninos aportados por el hollejo de vendimias bien maduras, aseguran un equilibrio óptimo que evoluciona en el tiempo en diferentes formas y grados. Así, los taninos son importantes en los vinos tintos no sólo para estabilizar el color, sino para dotarlos de estructura.

También la madera de roble posee taninos que son cedidos al vino, pero son muy diferentes a los de la uva.

Por último, existen taninos comerciales, en donde al adición al vino es autorizada, son igualmente, muy diferentes a los que se presentan en la uva. Para la mayor parte, ellos son extraídos de la madera de roble y otras sustancias vegetales.

A través de la degustación, podemos diferenciar los tipos de taninos y relacionar su origen, aprendiendo a valorizar la elaboración de los grandes vinos tintos.

Las sensaciones visuales

Puesto el vino en la copa, comenzamos por observar su apariencia. Cuatro elementos concurren para definir el aspecto del vino: color, limpidez, eventual efervescencia y viscosidad.

  • Según el color, clasificamos los vinos en blancos, rosados y tintos. La tonalidad del color indica, particularmente en los tintos, su edad.
  • La falta de limpidez presupone un disturbio químico, físico o biológico.
  • La ausencia o presencia de espuma en su mayor o menor proporción, nos indica si se trata de un vino tranquilo (que no posee efervescencia) o espumante (que tiene efervescencia, ej: champaña).
  • La viscosidad anticipa información sobre la estructura del vino examinado.

La percepción olfativa, aroma y bouquet

El olfato es el encargado de descubrir los aromas propios de cada vino, tanto primarios como secundarios; aromas florales y afrutados en los vinos jóvenes, nobles perfumes de madera en el vino criado en roble, y los bouquets de los más envejecidos. El vino contiene numerosas sustancias volátiles capaces de evaporarse, abandonar la superficie de la copa y acontinuación provocar sensaciones olfativas.

PRIMER GOLPE DE NARIZ: sin agitar la copa, lo que se llama, a copa parada. Su función es dar una primera impresión sobre los aromas del vino.
SEGUNDO GOLPE DE NARIZ: imprimiendo un suave movimiento giratorio a la copa. Permite un exámen detallado de los perfumes. Se pueden avivar las sensaciones olfativas realizando cortas y frecuentes aspiraciones sucesivas. Si notamos la nariz algo cerrada, conviene mojársela con un poco de agua.
TERCER GOLPE DE NARIZ: rompiendo la superficie del vino con agitaciones circulares más fuertes. Solo debemos hacer ésto cuando el vino tiene unos olores anormales y querramos determinar su orígen.
VIA RETRONASAL: percepción de aromas mediante la comunicación interior boca-nariz.

domingo, 1 de febrero de 2009

Wine Cooler Diferente


Ideal para estos calores abrumadores.
Ahora podemos disfrutar el vino a su mejor temperatura con este accesorio que además de proteger ese vino que elegimos con tanto esmero, nos ayuda a vestir nuestra mesa para que quede alegre y divertida.

Fuente: 2modern.com

San Valentín: Romántica copa de vino


Para festejar el Día de los Enamorados son muchas las parejas que deciden realizar una cena romántica a la luz de las velas en las que no falte una buena bebida. Vino, champán o algún trago que alegre la noche y sirva para brindar por el amor.

Entonces, para que durante esa velada el momento de ese brindis sea aún más especial, qué mejor que esta copa, la Lolita’s Red Hot. Se trata de una copa de vidrio pintada a mano y con lentejuelas pegadas donde el color rojo y las formas de corazón le dan ese toque romántico, divertido y de brillo que una noche de San Valentín se merece.

Pero, además, en la parte inferior de su base los usuarios podrán encontrar una interesante receta para realizar un trago para disfrutar en pareja. Una buena idea para beber de a dos.


Fuente: compradiccion

VDM Orange, vino de naranja

No está hecho con naranjas pero sabe a naranja. VDM Orange es un nuevo vino de Bodegas Privilegio de Condado (Huelva) realizado con uvas blancas moscatel de Alejandría y Zalema que es lo que le da su característico sabor dulce.

El secreto del aroma a este cítrico está en que el vino permanece cinco años en unas barricas de roble sometidas a un proceso de maceración con cascara seca de naranja hasta que alcanza el nivel de sabor óptimo.

El precio de cada botella es sólo de 6 euros y está recomendado para tomar como aperitivo, en el postre o incorporándolo en nuestros cócteles o combinados, siempre con mucho hielo.

Compraré una botella para las largas sobremesas que acompañan a las copiosas comidas y cenas de la Navidad y en las que nunca faltan las bandejas de dulces sobre la mesa. Este año, con sabor a naranja.



Fuente: Compradiccion