martes, 17 de marzo de 2009

Con los cierres se arma rosca!

La tapa a rosca es uno de los cierres que más ventajas ha logrado proclamar. Pero frente a un viento a favor para este cierre, en el Reino Unido le descubrieron un pequeño defecto.

Alabada por muchos y defenestrada por otros, las ventajas de la tapa a rosca comienzan a no ser tantas según un informe publicado por el diario británico The Dayly Telegraph.

Allí se sostiene que en el concurso The Annual International Wine Challenge descubrieron que este cierre podría producir un aroma indeseable en el vino. Aunque cuando salió al mercado los consumidores se mostraron reacios a comprar vinos de alta calidad con este cierre, hoy las ventajas proclamadas son varias, entre ellas la posibilidad de lograr un cierre casi tan perfecto que los aromas frutados se podían mantener intactos.

Sin embargo, los resultados de las catas llevadas a cabo en Reino Unido sugieren que 1 de cada 50 botellas de vino con cierre stelvin podría estar afectada por un proceso químico que llevaría a encontrar un olor a azufre que recuerda a al aroma a huevo, todos ellos derivados del hermetismo del cierre.

En la actualidad, el Reino Unido es uno de los mercados que más demandan este tipo de cierre, lo que redunda en 100 millones de botellas con tapa rosca, que en un 90% provienen de Nueva Zelanda. Este cierre relativamente nuevo está comenzando a ser aceptado en el mundo, por lo menos así lo demuestra en un adelanto un estudio de la compañía Wine Intelligence, en donde sobre un total de 1.000 encuestados, el 75% consideró la tapa a rosca aceptable, comparado con el 64% que respondió esto en 2004 y un 41% en el 2003.

Si bien Reino Unido es un mercado interesante para los bodegueros argentinos, el cierre tipo stelvin no resultó tan popular por estas tierras. En la actualidad estos vinos se encuentran en el mercado doméstico, pero son básicamente productos de exportación que lograron abrir otros mercados.

El experto y gurú de vinos Robert Parker Jr en sus predicciones para el 2015 aseguró que los corchos desaparecerán y para 2015 serán sustituidos por tapones de rosca, eliminando así el problema de la contaminación por corcho del 15% de los vinos, a excepción de los vinos hechos para envejecer durante 20 o 30 años.

Por lo tanto, habrá que seguir observando qué es lo que pasa cuando se determine con exactitud si este problema descrito en Reino Unido realmente es una constante en los vinos con tapa a rosca.

Fuente:María Soledad González p/Areadelvino

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